Para el niño, enamorado de mapas y estampas, Por muchas vueltas que le demos al asunto y palabras, Así es la cosa, a eso, a eso se reduce todo, entre dos, sin más explicaciones ocurre el viaje… Hay quien dice que fui yo el primero en viajar, pero también en olvidar y que en esos viajes conocí a la estatua de la libertad.

Emprendí el viaje sin timón ni timonel, ligero de equipaje. Sobre un globo de ron, mi corazón de viaje luciendo los tatuajes de un pasado bucanero. De un dulce brebaje, de un no te quiero para este viaje. Hoy comprendí que al lugar donde has sido feliz, no debieras tratar de volver.